Presentación del Lema 2017

Una llamada, muchas voces

Una llamada, muchas voces…es el Lema lasallano propuesto para trabajar durante todo este año 2017. Esta frase no “cae del cielo”, sino que es fruto de la reflexión que viene llevando el Instituto a nivel general, proyectándose hacia adelante en todo lo que respecta a la Misión. En la circular Nº 470 titulada Hacia el año 2021: viviendo juntos la alegría de nuestra misión, el H. Superior General Robert Schieler junto con su Consejo proponen un lema general (Viviendo juntos la alegría de nuestra misión) y varios sublemas que corresponden a cada año. Así nos hacemos partícipes de una comunidad más amplia, que también es referencia, el Instituto. Todos los lasallanos a nivel mundial, estaremos invitados a reflexionar teniendo como eje este lema.

lema2017

Seguramente es una alegría saber que vamos a compartir la reflexión con lasallanos de todo el mundo. Pero también es un gran desafío. Desafío de poder encarnar esa llamada y muchísimas voces desde nuestro lugar, desde nuestra tierra. Desafío de poder apropiarnos de la frase, con los ojos y el corazón anclados en nuestra realidad. Desafío de poder seguir construyendo juntos la vida de nuestro Distrito

, de nuestras obras educativas, de nuestros espacios de reflexión conjunta, atendiendo

a las demandas que nuestros chicos y jóvenes nos “gritan” a diario en nuestra tarea cotidiana.

Como dice nuestro H. Visitador Martín Digilio en la carta que nos envía a todos los lasallanos, Hermanos y Seglares con motivo de la presentación del Documento del VIII Capítulo y VI Asamblea Distritales 2015 – 2016,”…Elegimos a Jesús como maestro espiritual de nuestra vida, y queremos como Él encarnar en nuestro pueblo su mensaje y queremos como Él encarnar su Palabra en nuestras vidas, y así ser signo de esperanza para nuestra generación…”. Una llamada, no es más que la de ese Alguien que nos llama, es Él quien nos convoca. Luego continúa el H. Martin: “…Esta pedagogía de Jesús, nos invita a evangelizar la cultura, a proponer alternativas ante los signos de deshumanización y olvido de los despojados, de los olvidados, de los que han sido dejados afuera de la mesa y del reparto de los bienes creados para todos…” Estas son las muchas voces, que nos interpelan, que nos revelan el rostro del Maestro. Es desde esas voces, “que muchas veces no tienen voz”, desde donde nos paramos para vivir y contagiar la Buena Noticia del Evangelio. Son esas voces las que nos asocian junto a otros y nos sumergen en este proyecto lasallano de inspiración cristiana para brindarle un servicio educativo a los pobres.

De esta manera, el eje primordial del discernimiento que nos une como comunidad viviente llamada por Dios a seguir a Jesucristo y su pedagogía parte desde la lectura de la fe, de un ser llamados para, como Jesucristo, hablar la lengua de nuestro pueblo y compartir con ellos su cultura y temporalidad. Así nos encontramos, educadores y familias, niños y adolescentes, hermanos y seglares, eligiendo a Jesús como maestro espiritual de nuestras vidas, escuchando su llamado a ser signo de esperanza para nuestra generación por medio de su pedagogía, esa que nos invita a evangelizar la cultura, recordar a los olvidados, escuchar a los que no tienen voz.

Como señala el Documento del Capítulo y la Asamblea nos proponemos

  • una espiritualidad de ojos abiertos que comprende que el mundo, las culturas, las ciencias y las artes, la vida de los pueblos y de las personas, especialmente si son pobres, son Palabras con las que Dios nos llama, nos interpela, nos busca, se muestra a sí mismo. Esta espiritualidad dinamiza permanentemente toda la vida de las obras educativas y comunidades. Buscamos identificarnos por el respeto a la diversidad, la inclusión, el cuidado de la naturaleza, la aceptación de las diferencias, el diálogo con las culturas; porque todos son rostros de Dios que nos permiten vivir el mandamiento del amor.

Es en este compartir el mundo donde nos encontramos con la diversidad de voces, de miradas, donde la interculturalidad cobra un sentido de red, donde la llamada personal se transforma en una respuesta comunitaria.

Nuestra escuela en pastoral nos anima a tener una mirada atenta a la realidad, donde la síntesis fe – vida – cultura se asuma a partir del discernimiento, de la búsqueda de la Palabra de Dios, del intento por dar respuesta a las muchas preguntas que nos interpelan.

Por todo esto queremos que este año 2017 sea un año que nos anime a escuchar y responder, a mirar la diversidad con ojos de fe, a entender la interculturalidad como medio para el aprendizaje, con una mirada comunitaria, donde la espiritualidad se fortalezca en medio de la secularización mediante una nueva forma de hacer Iglesia.

Equipo Lema 2017
(Santiago Caballero, Fernando Fontanellaz, Lucas Leal,
Martina Nadal y Gabriela Spalla Fuentes).
Extraído de la Revista Asociados, Núm 13, Bs. As., 2017

La ilustración

La propuesta es muy sencilla en sus elementos:

1. Sobre el círculo que representa la esfera terrestre…

2. Hay unas formas que intentan replicar las emisiones sonoras. Una mayor, representa la voz de Dios que es quien invita a la gran tarea, la misión; en tanto una serie igual de menor tamaño en sentido contrario representa la humanidad que responde.

3. En su similitud, cada una de ellas tiene, además, un color diferente: verde (la naturaleza); rosa y marrón (las dos etapas extremas de los convocados: desde la infancia a la madurez -según algunas lecturas hechas sobre colores para significar); amarillo (la alegría); morado (sentido religioso); blanco (elegido para representar a quienes, no siendo religiosos también aportan desde sus propias cosmovisiones)… no estando en orden quieren abarcar destinatarios, actitudes y participantes de la labor a la que somos llamados.

4. La estrella de La Salle puesta en cercanía a la voz de Dios, acompañando, impulsando.

5. Un segundo círculo mayor replica al primero y pretende dar la idea de reproducción, multiplicación, ampliación de horizontes.

6. Dentro de él una serie de líneas quieren semejar una red, en recordatorio del pasaje del Evangelio (Mateo 4,18) cuando Jesús llama a los primeros apóstoles a que lo acompañen.
La tipografía elegida del tipo manuscrita refuerza el concepto de la tarea humana.

Se trabajó con tonos derivados del azul y el naranja institucional, más un tercer color que empata bien con los primeros.
Marisa Paulón