La mujer habitada, de Gioconda Belli

“La casa está en silencio. El viento sobre mis ramas apenas parece el aliento de nubes sobre el fuego apagándose. Estoy sola de nuevo.
He cumplido un ciclo: mi destino de semilla germinada, el designio de mis antepasados.
Lavinia es ahora tierra y humus. Su espíritu danza en el viento de las tardes. Su cuerpo abona campos fecundos.

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